jueves, 9 de abril de 2009

LA JOVENCITA QUE CABALGABA EN UN ASNO


Un joven pendador confucionista llamado ZHANG EN TIANJIN, paseábase un día con algunos amigos por las afueras de la urbe, cuando una joven que cabalgaba en un asno pasóles por el lado. Aprovechándose de que ella iba sóla, la insultaron con palabras sucias, persiguiéndola. la muchacha nada respondía pero apresuraba al asno para escapar de los muchachos que terminaron alcanzándola, pero el confucionista se había quedada rezagado. De repente, la mujer bajó del asno y comenzó a coquetear con sus acosadores. Cuando ZHANG llegó , se dio cuenta de que la dama no era nadie más sino su esposa, hecho que lo sorprendió porque ella no sabía cabalgar, aparte de que la casa estaba lejos. Furioso y con dudas, reprochó a la mujer su actitud; deseaba golpearla; pero ella no paró sus coqueteos. Cuando el ofendido se acercó, rápida se subió al jumento y, en el acto, mudó su rostro por completo, diciendo: "Tan pronto ves a la esposa de otro, quieres insultarla y violarla; pero cuando ves que es la tuya la ofendiá, te enfureces. Has estudiado muchas escrituras de Confucio pero todavía no sabes qué es perdonar. Así, cómo podrás ser un personaje inportante en el estado? Por eso no has pasado el examen estatal para ser un funcionario." Después de esto, ella contrinuó su camino.
ZHANG palideció por el susto, sin saber si la joven era un inmortal o un fantasma.

domingo, 5 de abril de 2009

逃跑的塾师 EL PROFESOR QUE RENUNCIO

Por tener buen sentido del humor, al intelectual TANG 唐 le gustaba hacer chistes. El profersor de una escuela, cercana a la casa de TANG, solía negar la existencia de los fantasmas diciendo: "Los budistas inventan fantasmas para asustar a la gente . Dónde están esos fantasmas?"

Una noche TANG tiró arena a la ventana del profesor y, acompañandose con gritos horribles, golpeaba su perta; el eseñante casi muere del susto; preguntó quien era y TANG le respondió: "Soy la encarnación de las energías YIN y YANG del universo."

El hombre llamó a dos alumnos para que lo acompañaran y, temblando, tapóse la cabeza con la manta. Al día siguiente, sintió dolor y cansancio en todo el cuerpo, no udiendo levantarse de la cama. Cuando los amigos fueron a visitarlo, él sólo atinó a gemir, dicinedo: "Los fantasmas sí existen."

Todo el mundo se burló del pedagogo, pero, después de ese día, todas las noches, de verdad venían los fantasmas. Al principio la gente imaginó que todavía TANG estaba con sus chistes, mas no era así. el mentor abandonó el puesto y regresó a su pueblo nativo.

Tal vez, después del susto, había perdido la energía positivo para resistir a la malignidad de los fantasmas.